La mirada
de mi niña
Me iluminó tu mirada
el día que naciste, niña,
me ilumina tu mirada
cada noche, cada día.
con el llanto se me iba
y con un nudo en la garganta
la muerte, venir veía.
Fueron tus ojitos negros
como una antorcha encendida
los que trajeron la savia
renovada, a mi vida.
Y el cielo azul y la brisa
y vi como el sol lucía
me iluminó tu mirada
la noche oscura y umbría.
Tu me abriste la mirada
me devolviste la risa
me llenaste de colores
cada rincón de mi vida.
Esa mirada brillante
que derrama la alegría
me hace olvidar las penas
y me cura las heridas.
Eres mi pequeño ángel
esa luz
que me ilumina
en la
senda tenebrosa
donde mi
alma camina
toda
llena de zarzales,
toda
cubierta de espinas.