domingo, 22 de septiembre de 2013

Cartas a un niño que no nació - Carta nº X


Cartas a un niño que no nació



Carta nº X
 

 

    Estoy cansada, tengo sueño, ¡déjame dormir!

     Será breve, tú apenas sentirás, aún no eres, pero yo ya soy y tengo sueño, un sueño infinito, lejano, arcaico.

     Hijo, déjame tranquila, déjame dormir junto a ellas.

     Hemos andado un largo camino y estoy cansada. Tengo hambre de paz. Descansa tú también en tu lecho fetal. Ser mundo es ser barro, sigue siendo sol, materia alada no cristalizada. Duerme, mira como cantan los pájaros alegres, mira como brilla cristalino el azul y se refleja la luna en el mar. Déjame oler las flores, beber en las transparentes aguas, dormir bajo las estrellas, déjame ser yo, quiero ser tú, pero me faltan las fuerzas.

     Ellas me lo dan todo y su canto de sirenas me arrastra hasta las rocas, déjame estrellarme en ellas, ¡es tan dulce su canto!

domingo, 15 de septiembre de 2013

Cartas a un niño que no nació - Carta nº IX


Cartas a un niño que no nació


Carta nº IX



 
    ¿Recuerdas los juicios de la guerra?, así es el nuestro. ¿Qué podemos alegar?, que quieres nacer, que quieres vivir, que tengo derecho al perdón, Ellas son sordas.

     La bayoneta calada apunta hacia nosotros. Estamos en guerra, una guerra social. Nos hemos rebelado, somos culpables de insurrección y el tribunal militar no perdona. Hemos desertado, matado y violado a nuestras máscaras y ahora sus espectros nos juzgan. ¿Cómo te atreves a pedir perdón?

     Abrígate bien en tu placenta, hace frío, mucho frío. El sudor corre helado por mi espina dorsal y me congela los centros.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Cartas a un niño que no nació - Carta nº VIII


Cartas a un niño que no nació


Carta nº VIII

 

 

    Ahora llega la Libertad. Va vestida de promesas, calzada de aladas mentiras y velada de tristeza. Lleva sus manos cubiertas de sol, llenas de aire, llenas de goces profundos y etéreos. Sus ojos tristes me miran con suave amargura. He sido infiel, la he traicionado y ella me acusa.

     Tú, a mi izquierda, ella, a mi derecha. Tú, latido de sangre. Ella goces de aire. Sudo sangre, sudo lágrimas, sudo dolor. Sus manos cálidas y blandas, electrifican mi mente. ¡Soy suya, hijo mío!

domingo, 1 de septiembre de 2013

Cartas a un niño que no nació - Carta nº VII


Cartas a un niño que no nació


Carta nº VII
 

 

    ¡Calla hijo!, ¡no llores!, ahora llega ella, es nuestra familia. Tal vez sea nuestra, tal vez nos tienda su mano.

     ¡Calla, no turbes su dolor! Va de luto, ¿por ti?, ¿por mí? Va de negro, este color no admite matices. ¿Llora?, ¿ríe?, no sé, sólo es una mueca que dilata sus bocas. Se sienta junto a nosotros, también es juzgada.

     ¡Llora hijo!, ¡llora con fuerza!, no es de ti, ni de mi, tampoco es de ellos, guarda las apariencias.

     ¿Está de luto?, ¿por quién?