Mis primaveras
Yo paseo embriagada
y el perfume del naranjo
en mi pecho me despierta
mil sentimientos encontrados.
Sol pálido, que calienta
suavemente mi cuerpo
es como el beso de un niño,
de un niño suave y tierno.
El cielo azul y brillante
anuncia la primavera.
Las flores que arrancó el viento
alfombran de color la acera.
Me siento estremecida,
aspirando los perfumes.
La mezcla de mar y flores
en el aire me confunden.
Yo siento mil sensaciones
paseando por mi pueblo
y el olor a primavera
me devuelve los recuerdos.
Las tardes de dulce infancia,
con mis libros, en la azotea,
la dulce brisa, acaricia,
y por mis trenzas pasea.
Los melocotones en flor,
y la parra retoñada
dando la sombra a mi cabeza
y a mi pecho, dando calma.
Las tardes del Instituto,
adolescentes, inquietas
la sangre joven, alterada,
que lleva fuego en las venas.
arrasando el corazón
el primer beso robado
y la primera ilusión.
Y ese amor que junto al mar
aliento a flores y a brea,
donde su boca y mi boca
sellaron una promesa.
Promesa que rompió el tiempo,
que en un barco se marchó
cruzó raudo el estrecho,
y nunca más retornó.
¡Cuánto amor y cuanta vida
han visto mis primaveras!
¡Cuánto recuerdo olvidado,
sus perfumes me recuerdan!