domingo, 19 de mayo de 2013

Tu palabra





     Tu palabra

 

Clavado en una cruz, escarnecido,

con el cuerpo mancillado

y el corazón herido.

Defendiste la pobreza

la humildad y el amor

y a los pobres de espíritu

les infundiste valor.

Arengaste a la lucha

a defender con calor

las ideas y pensamientos

del que cree y del que no.

No pudieron perdonarte

luchar por la libertad

tu fuiste el primer Cristo

que mató la humanidad

detrás de ti hubo miles

que tu doctrina siguieron

como discípulos tuyos,

con saña les persiguieron.

Pero tu voz nunca muere,

por ti seguirán luchando

quien ama la libertad

y el amor a sus hermanos.

Siglo tras siglos caerán,

en una lucha sin victoria.

El que ama, el que se entrega,

no necesita la gloria.

Sólo seguir la palabra

que sembraste, sembrador,

no habrá fuego, ni cuchillo

que pueda acallar tu voz.

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